Y así, Hijo Mío, Mi elegido, Yo te digo todo esto con el fin de que te esfuerces incesantemente para conocer a esta tu personalidad; para conocer todas sus fases sutilmente egoístas, muchas de las cuales están tan profundamente ocultas en tu conciencia, que ni siquiera te has dado cuenta de que allí existen; porque Tú las ocultaste ahí hace muchas edades, habiéndote engañado a ti mismo al creerlas buenas y necesarias para tu vida, por cuya razón las hiciste parte de tu naturaleza. Empero ahora, con mi ayuda, tú vas a buscarlas y a expulsarlas a fin de que mi naturaleza Impersonal pueda libremente manifestarse en ti.
Y como yo te he elegido, Hijo Mío, y te he llamado parte y te he permitido saber que tienes una labor particular que hacer, Yo quiero que estés absolutamente seguro, Hijo querido, de que es Mi Voz y no la de tu personalidad, la que tú has estado escuchando durante la prosecución de esta labor.
Si Yo he de ser tu maestro y deseas que Yo te conduzca y dirija en tu labor; si tú deseas verdaderamente servirme, cada uno de los atributos de tu personalidad humana debe serme cedido, debe rendirse a Mí, y tú debes obligarle a que así sea; pues mientras quede en ti un solo deseo o instinto egoísta, es seguro que éste manchará tu labor, y esto te probará que aún estás bajo el dominio de la personalidad.
Muchos, muchos son los modos en que ella se esforzará en manifestarse; pero Yo estoy aquí y te los haré notar claramente, si tú me pies que así lo haga, Y Yo te diré lo que debes hacer, mas no con autoridad dominante, insistente, no con ansiosos clamores internos, sino por medio de indicaciones dulces y amorosas que tú no podrás menos que comprender, con sólo que permanezcas alerta y escuches Mi Voz, lo cual está siempre aconsejando y dirigiendo a todos aquéllos que en Mí esperan con fe y confianza vivas.
Y tú gradualmente te darás cuenta de que mi trabajo sólo puede ser hecho, llevando en tu corazón un espíritu de amor Impersonal. Pues sólo por medio de dicho espíritu, desprovisto de egoísmo, desinteresado, jamás preocupado por los resultados, puedo Yo expresarme por Ti. Tú debes cederme todo, debes dejarme imperar y debes, asimismo, dejar bajo Mi responsabilidad todas las consecuencias.
Cuando hayas aprendido a hacer esto, entonces yo haré que se despierte en Ti la conciencia de tu identidad conmigo, la conciencia de Mi Poder, Mi Sabiduría y Mi Amor, en tu interior. Entonces tu vida personal gradualmente se fundirá en Mi Vida Impersonal, y te harás consciente de tu Herencia Divina, así como del trabajo real que Yo he elegido que hagas.
Pero mientras tu conciencia humana no se haya fundido en Mi Conciencia Divina, mientras no puedas verdaderamente conocer y usar tus Poderes Divinos, es mejor que ajustes tu modo de vida, de manera que no asumas poseer Poder o Sabiduría en grado superior al de tus semejantes. Pues es mejor que tú primero te pruebes a ti mismo que eres capaz de vivir y ser todas estas cosas que tú ahora ves, más o menos claramente, con el ojo interno, antes de que intentes darlas a los demás como Verdad, o como procedentes de Dios.
Porque tú sabes que es sólo la personalidad la que trata de hacerse notable, presentándose como autorizada o como poseedora de sabiduría en lo Espiritual, o como la elegida de Dios y Su portavoz; y debes recordar que YO ESTOY en tus discípulos y simpatizadores, de la misma manera que ESTOY EN TI.
Ah, hijo Mío querido, ¿estás seguro de que nada de esto notan en ti tus discípulos u oyentes? ¿Estás seguro de que el dinero no es asunto que ocupa el lugar más prominente en tu mente, y que por eso el deseo de servirme queda relegado a lugar secundario? ¿Puedes verdaderamente decir que pones totalmente bajo Mi cuidado todos los problemas materiales, sabiendo que Yo siempre proveeré abundantemente; así como que en tu corazón no hay lugar para el temor ni para las dudas, ni para las objeciones, en cuanto a que Yo siempre proveo lo necesario para satisfacer toda necesidad, sí, todo deseo?
Si es así, ¿es entonces necesario que tú cobres o aceptes pago de cualquier clase, a cambio del auxilio amante que Yo doy por tu conducto? ¿No es Mi sirviente digno de su salario y no habré Yo de proveer lo que él ha de menester? ¡Considera los lirios del campo y las aves del aire!, ¿quién les viste y alimenta? ¿No eres tú para Mí más de lo que ellos son? ¡Oh, hombre de poca fe!
¡Escucha! Sólo conforme tú des la plenitud de mi Amor, liberalmente, sin pensar en recompensas o utilidades, así podrás recibir de Mi Abundancia.
Pero tal vez no aceptes esto ahora; y si es así, está bien. Porque Yo he elegido que así sea, como también que Tú aprendas
Y esto es verdad, pero no en la forma que tú lo entiendes. Sin embargo, vendrá el tiempo en que tú habrás de conocer el modo de emplear las “herramientas” mundanas aún en trabajos espirituales; pero esto será cuando tú hayas aprendido, pasando por la prueba y el sufrimiento, a conocer Mi Modo; cuando tú seas capaz de ver con mis ojos Impersonales, y conocer con Mi comprensión Impersonal, y puedas hacer a un lado, de un modo absoluto, el interés personal en tu enseñanza, y ambos, en el resultado y en la recompensa por dicha enseñanza.
Pero antes de que eso pueda ser, es posible que yo tenga que conducirte por el camino difícil, hasta la cumbre de la montaña del adelanto espiritual, por el camino escabroso de la dura experiencia.
Sí, tú puedes llegar a ella por ese camino. Pero ¡oh! ¡qué largo y doloroso es el viaje!
Más acaso Tú dices: Ese es el único camino o modo por el cual puede uno aprender.
No, ese es solamente uno de los caminos o modos por los cuales se puede aprender, esto es, el camino penoso. Este es el camino personal, y para algunos puede ser necesario seguirlo. Empero Yo trato de salvarte, evitando que tú vayas por él.
¿No has visto la triste desventura de algunos de aquéllos que Yo he conducido de esa manera hacia la elevada montaña, de aquéllos que han ascendido por el camino penoso, y han caído cuando ya alcanzaban la cumbre?
Sí, nadie puede elevarse personalmente tanto que no haya de caer, porque la personalidad se halla siempre presente en ese viaje. Ella es el adversario que se opone a cada paso: ella es la que hace a este camino tan penoso. En tanto que algo quede de su parte egoísta, en ese tanto, la personalidad hallará el modo de oponerse. Yo puedo conducirte a la cumbre de la montaña y mostrarte todos los reinos del aire, de la tierra, del fuego y del agua, y presentándotelos, decirte que todos ellos son tuyos, para tu uso. Pero si no has limpiado completamente de ti mismo la parte egoísta de tu corazón, de tu mente y de tu Alma, he aquí, la personalidad aparece y habla detrás de ti, e imita tan sutilmente Mi Voz, que tú podrás creer que Soy Yo quien habla. Y si te dice que tomes y uses estos reinos para glorificarte a ti mismo, que ellos son tu recompensa por haberte elevado hasta la altura en que te encuentras, puedes confiar en ella y obedecerla, sí, de la misma manera que lo hicieron aquéllos que cayeron desde su anterior estado de elevación a la profunda tiniebla externa.
Con el fin de que puedas ahorrarte este viaje y esa tentación, Hijo Mío querido, Yo te ofrezco aquí el camino más sencillo y más fácil: que sólo permanezcas en la conciencia de Mí, el Yo Verdadero en Ti mismo y dejes que Mi Santo Amor Impersonal permanezca en Ti, permitiéndole fluir de tu corazón libre, sin obstáculos e incondicionalmente, para beneficiar a todos aquéllos con quienes entres en contacto. Si tú deseas hacer esto, puedes pedirme cualquier cosa que tú quieras y te será concedida.
Porque ¿no ves Hijo querido, que si tú armonizas perfectamente tu vida con Mi Vida, por el hecho de eliminar todas las fases de tu personalidad egoísta, si eliminas tus ideas, creencias y opiniones personales, de modo que Mi Vida, que no es otra cosa que Mi Amor VIVIENTE, puede expresarse con plenitud y libertad por ti, no ves, repito que el vacío dejado por tu vida personal al eliminarse, habrá de ser inmediatamente llenado, tal como el aire se precipita en un espacio vacío, por Mi Vida Impersonal? Porque Mi Vida Impersonal es la substancia real de todas las cosas, y ella está siempre buscando expresar externamente Su naturaleza verdadera; y por eso, todo lo que de Ella sea necesario para perfeccionar y completar Mi Naturaleza Divina en ti, habrá de fluir seguramente, ambos, en ti y por ti, siempre que tú así lo permitas; y Ella te armonizará y beneficiará haciendo que se manifiesten tangiblemente todas las cosas buenas y necesarias para perfeccionar completamente tu naturaleza humana, creando Alegría, Felicidad, Satisfacción y Paz en tu Alma... continuará
1 comentario:
Que bonito lo que acabo de leer. Me encanta la idea de abandonarme y descansar en Dios y que El guíe todos y cada uno de mis pasos. Que paz se siente ante esta visión de de vida tan bella y gratificante.
Un abrazo Pilar y Angel
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