lunes, 7 de mayo de 2012

CARTA DE UN ANGEL


Si te pudiera contar como se vive el tiempo aquí. Antes, cuando vivía en la vida terrena siempre había un momento para esperar, un viaje, una fiesta, un día por el que cada uno espera. Aquí no es necesario esperar, esos días están en el momento. Dios nos hace tan limitados al principio para después mostrarnos lo que es ser libres realmente. Ahora, no puedo creer haber visto el mundo por dos agujeritos tan chiquitos como son los ojos. Aquí puedes mirar todo sin límites y no es como allí que al mirar te encuentras con cosas tristes, aquí miras y es todo un placer. Nunca vi nada en La Tierra tan hermoso como esto. Yo puedo ver, no solo este paraíso sino a cada uno de vosotros, en el mismo momento, puedo veros aunque estéis en lugares diferentes. 

También quería contarte que tengo un jardín, ¡tan bello!........y que cuando pase este tiempo que están viviendo y estén aquí en Dios y conmigo vamos a poder recorrerlo juntos, te voy a mostrar cada flor que tengo, las tengo gracias a los actos de amor de la gente que quiero, cada vez que haces un acto bueno de amor florece una flor y yo se cual es de cada uno y las riego, las cuido y las vigilo para que siempre estén ahí y no desaparezcan. Lo vas a entender cuando estemos juntos y podamos abrazarnos como sé que tanto añoras. NO TE GUARDES TODO ESTO. Ten Fe cuando te hablo, se me hace más fácil, hazte a la idea de que te llamé por teléfono, por el teléfono del alma. Y si alguien cree que todo esto es ridículo, no importa.....es tan corto ese tiempo que enseguida vas a descubrir la verdad. 

Ahora que conozco la vida de Jesús, no hagas como Santo Tomás. Los ojos y el ver, no te confirman nada, SOLO EL ALMA LO HACE.

Desconozco el Autor

martes, 17 de enero de 2012

AMOR ETERNO

Me siento totalmente identificada con este texto, que a continuación os pongo y una privilegiada, viví junto a mi marido, mi Ángel, los mejores años de mi vida, conociendo lo que es el verdadero amor a su lado, en una eterna luna de miel y doy gracias por ello. Le amé y le amo muchísimo.
Aunque ya no este vivo fisicamente, en espiritu sigue conmigo y siempre será así. Te quiero mi amor.


AMOR ETERNO

Un famoso maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando este se apaga, en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio. El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relató lo siguiente:

Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle el desayuno a papá, sufrió un infarto, y cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, condujo hasta el hospital. Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.

Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. Él le pidió a mi hermano teólogo que le dijera dónde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó cómo y dónde estaría ella. Mi padre escuchaba con gran atención.

De pronto pidió:
- Llévenme al cementerio.
- Papá -respondimos- Son las 11 de la noche, no podemos ir al cementerio ahora.

Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo:
- No discutan conmigo por favor. No discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años.

Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador, con una linterna llegamos a la lápida. Mi padre la acarició, lloró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos:
- Fueron 55 buenos años. Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así. Hizo una pausa y se limpió la cara.

Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis, cambio de empleo, continuó:
- Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad, compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, oramos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores.

Hijos, ahora ella se ha ido y estoy contento, y ¿saben por qué? Porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto, que no me hubiera gustado que sufriera.

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló:
- Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día.

Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, más bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas.

Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle. Ese tipo de amor era algo que no conocían.

El tiempo no espera a nadie. Atesora cada momento que tienes. Lo atesorarás mucho más si lo compartes con alguien especial.

Autor Desconocido

SI ME VOY ANTES QUE TÚ

Si me voy antes que tú, no llores por mí ausencia; alégrate por todo lo que hemos amado juntos. No me busques entre los muertos, en donde nunca estuvimos, encuéntrame en todas aquellas cosas que no habrían existido, si tú y yo no nos hubiésemos conocido.

Yo estaré a tu lado, sin duda alguna, en todo lo que hayamos creado juntos: en nuestros hijos por supuesto, pero también en el sudor compartido tanto en el trabajo como en el placer y en las lágrimas que intercambiamos. Y en todos aquellos que pasaron a nuestro lado y que, irremediablemente, recibieron algo de nosotros, y llevan incorporado (sin ellos, ni nosotros notarlo) algo de ti y algo de mí.

También nuestros fracasos, nuestra indolencia y nuestros pecados, serán testigos permanentes de que estuvimos vivos y no fuimos ángeles sino humanos. No te ates a los recuerdos ni a los objetos, porque dondequiera que mires que hayamos estado, con quienquiera que hables que nos conociese, allá habrá algo mío. Aquello sería distinto, pero indudablemente distinto, si no hubiésemos aceptado vivir juntos nuestro amor durante tantos años; el mundo estará ya siempre salpicado de nosotros.

No llores mi ausencia, porque sólo te faltará mi palabra nueva y mi calor de ese momento. Llora si quieres, porque el cuerpo se llena de lágrimas ante todo aquello que es más grande que él, que no es capaz de comprender, pero que entiende como algo grandioso, porque cuando la lengua no es capaz de expresar una emoción, ya sólo pueden hablar los ojos.

Y vive. Vive creando cada día y más que antes. Porque yo no sé cómo, pero estoy seguro que desde mi otra presencia yo también estaré creando junto a ti, y será precisamente en ese acto de traer algo que no estaba, donde nos habremos encontrado. Sin entenderlo muy bien, pero así, como los granos de trigo que no entienden que su compañero muerto en el campo ha dado vida a muchos nuevos compañeros. Así, con esa esperanza, deberás continuar dejando tu huella, para que cuando tu muerte nos vuelva a dar la misma voz, cuando nuestro próximo abrazo nos incorpore ya sin ruptura a la eternidad, muchos puedan decir de nosotros: si no nos hubiesen amado, el mundo estaría más triste.

Autor Desconocido

Un Abrazo, que Dios te bendiga, te muestre su rostro, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, y mucha Prosperidad;