EL SER HUMANO ES UN SER UNIVERSAL (Nueva Concepción del Mundo) 5º parte

El ser humano tiene muchas capas, igual que las tiene el Universo. El ser humano es microcosmos, microuniverso. Es una gran creación del Creador, en ella están todas las Leyes del Universo. Todo lo que hay en el Universo, también lo hay en cada persona.

Los seres humanos son seres universales, creados según un programa determinado. Pero los materialistas creen que los seres humanos proceden de los monos, pues puede que precisamente por eso nos comportamos como tales.

Queramos o no, nosotros somos seres universales, controlador por este Universo y cada uno de nosotros en un transformador muy potente de energía en el cosmos.

El pensamiento humano y su palabra son una gran fuerza, que puede ser manejada para el bien, así como para el mal. Es decir, con la palabra se puede matar, pero también resucitar. Hay que tratar la palabra como si fuera un arma y ser muy cuidadoso con ella.

Por eso a nuestros hijos les tenemos que explicar para que entiendan que la palabra puede dañar a uno, pero luego, infaliblemente se multiplicará en un grado mucho mayor por la estructura informativa global, regresará a él según la ley de bumerang que actúa en el Cosmos.

El Creador creó al ser humano a su imagen y semejanza. No se trata de su forma física. El ser humano es creado para convertirse en el creador, ayudante de Dios, su colaborador. Y qué clase de ayudantes somos nosotros si nos comportamos tan terriblemente. Por eso Dios nos dio, algo de escalera, muchas vidas.

El modelo ha demostrado que el ser humano pasa por todas las formas de vida: organismos, protozoos, plantas, animales, seres humanos y todo ello para convertirse en Ayudantes de Dios.

El ser humano es una concentración de energía, lo que llamamos alma, espíritu. Pero nosotros nos tratamos, en primer plano, como cuerpos. Pero eso no es así. El cuerpo es una envoltura temporal de la cual nos preocupamos durante toda la vida. En vez de preocuparse en primer plano sobre las necesidades del espíritu, nos preocupamos más sobre las necesidades del cuerpo.

Cada vez queremos más y más cosas, y nuestra avaricia no tiene límites. Y de allí viene la perversidad de nuestra existencia, que empieza de la perversidad del concepto del mundo, el cual, en su principio, no es correcto.

Nuestra consciencia está afectada por el virus del materialismo, y la persona afectada por él es un esclavo. En él no se despertará el amor por el prójimo y todas sus acciones serán dirigidas para la satisfacción de las ambiciones materiales.

Si uno piensa que la vida es única y hay que aprovecharla al máximo, está muy equivocado. Allá, arriba, no miran cuánto dinero ahorró cada uno de nosotros o que cargo ocupaba en la Tierra. Allá los criterios son totalmente diferentes.

En el Universo funciona la ley de causa y efecto, “cosecharás lo que sembraste”. Por eso, cuando una persona hace cosas malas, pensando que los demás no lo ven, se olvida de que puede que los demás no lo vean, pero en su esfera de información (chakras), esta persona ya ha grabado la información negativa y se quedó con ella.

Cuando uno se libere de su cuerpo, de todo lo terrestre, verá claramente todos sus pecados. Pero ya no podrá corregir nada y habrá de responder por lo hecho. A veces uno, hace tantas cosas equivocadas y malas durante toda su vida, que luego le cuesta mucho salir del pantano que él mismo había provocado.

Se dice: arder en el infierno. ¿Qué es esto? Significa que cuando una persona acoge tanta energía negativa que cuando su sistema sutil de energías se libere del cuerpo (con la muerte), esta energía negativa negra se sumergerá en el magma fundido y sólo allí se equilibrará.

Si uno, durante toda su vida, ha hecho cosas buenas, su energía es positiva y ella sube este coágulo de energía de esta persona hacia arriba y en este caso dicen: fue al paraíso. Si la energía es negativa, la persona bajará. Es decir, esto es física pura.

Tsiolkovski decía que en el futuro no tendremos cuerpos, todos los seres humanos serán luminosos radiantes. Él claramente demostraba que el ser humano existe en otras dimensiones en forma de materia sutil. Cuando el cuerpo se desgasta, nosotros morimos, pasamos de una forma de vida a otra.

El hecho de que se nos dio esta vida no es ninguna casualidad. Se nos dio la posibilidad de subir a otro nivel más el espíritu. No llegamos a esta Tierra para llenar nuestros bolsillos, sino para ascender espiritualmente. Algo entendemos en esta vida, algo nos queda para aprender en la siguiente. Precisamente para eso se nos dan muchas vidas.

Si la vida fuera una sola, no tendría ningún sentido. La razón es que, al pasar por muchos niveles, el ser humano puede subir hasta el nivel requerido por Dios, convirtiéndose en Ayudante de Dios, en Hombre de Dios.